Siempre es conmovedor el ocaso
por indigente o charro que sea,
pero más conmovedor todavía
es aquel brillo desesperado y final
que herrumbra la llanura
cuando el sol último se ha hundido.
Nos duele sostener esa luz tirante y distinta,
esa alucinación que impone al espacio
el unánime miedo de la sombra
y que cesa de golpe
cuando notamos su falsía,
como cesan los sueños
cuando sabemos que soñamos.
por indigente o charro que sea,
pero más conmovedor todavía
es aquel brillo desesperado y final
que herrumbra la llanura
cuando el sol último se ha hundido.
Nos duele sostener esa luz tirante y distinta,
esa alucinación que impone al espacio
el unánime miedo de la sombra
y que cesa de golpe
cuando notamos su falsía,
como cesan los sueños
cuando sabemos que soñamos.
gracias, syliva, como siempre. el tiene el mas impecable don de las palabras.
ResponderEliminarBellísimo leerte en tan impecable español también, zoe!! Gracias!
ResponderEliminarUno de mis favoritos desde siempre. El impacto de las palabras en su lengua de madre es mucho más fuerte. Gracias Silvia
ResponderEliminarGracias por enriquecer mi humilde página con tu presencia, Jazz :-)
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