Sólo una cosa no hay. Es el olvido.
Dios, que salva el metal, salva la escoria
y cifra en su profética memoria
las lunas que serán y las que han sido
Ya todo está. Los miles de reflejos
que entre los dos crepúsculos del día
tu rostro fue dejando en los espejos
y los que irá dejando todavía.
Y todo es una parte del diverso
cristal de esa memoria, el universo;
no tienen fin sus arduos corredores
y las puertas se cierran a tu paso;
sólo del otro lado del ocaso
verás los Arquetipos y Esplendores.
el sabe formar las mas perfectas metaforas. es una especie de magia visual a traves de las palabras...
ResponderEliminarbellisimo poema, syliva--muchisimas gracias!
Este poema comienza con una de mis frases de cabecera, es increíble. Gracias a ti, zoe!
ResponderEliminarLe felicito por su blog y le invitamos a que nos conectan
ResponderEliminarhttp://wwwcoisasimples.blogspot.com/
Gracias
Sofia
Gracias, Sofía! Eres muy bienvenida y agradezco tu presencia. Tu página es fascinante! Un abrazo,
ResponderEliminarSilvia
Wonderful poem...such a treat,
ResponderEliminarthank you dear Silvia
I am trying to recite:
Los miles de reflejos
que entre los dos crepúsculos del día
And you do it wonderfully, dear Vesna. Thank you!
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